miércoles, 7 de septiembre de 2016

Renato Tapia: la sonrisa de todo un país

Surgido de la cantera popular el Club Esther Grande de Bentín, el joven Renato Tapia, hizo renacer en la noche de ayer frente a Ecuador la ilusión de todo un país. “El Paisa”, como lo conocen sus ex compañeros del Colegio San Agustín, es un talentoso futbolista peruano que milita en el Feyenoord de Holanda y viene consolidándose en el seleccionado nacional desde su convocatoria en el Sub-17 con apenas 15 años de edad.

Es el último de tres hermanos varones de la familia Tapia Cortijo, producto de tanto esfuerzo y motivación de parte de su padre el Sr. Luis Tapia. Renato Tapia creció en el barrio de San Luis, rodeado de un ambiente muy futbolero y que estaba marcado por una canchita deportiva en el medio de los bloques habitacionales por el mercado “La Libertad”. Sus vecinos y ‘choches’ de partidos de fútbol lo siguen considerando como el muchachito palomilla que no dejaba de darle a la pelota

La selección peruana atravesaba una nueva oportunidad para clasificar en eliminatorias en el 2013, ese año para Renato Tapia marcó mucho su vida personal y futbolística. Fue Sergio Markarián quien lo consideró en su lista de convocados pero todavía no tenía chances contra los futbolistas que venían del extranjero; aun así, su perseverancia en el deporte fue bien premiado con su debut oficial con la casaquilla peruana en el 2015 contra Venezuela. Los que lo vieron por primera vez quedaron poco satisfechos, pero para los entendidos del fútbol vieron un futuro prometedor.

Es el jugador más joven en mantenerse en el seleccionado nacional, en un país donde los triunfos lo son todo, donde la presión no entiende de errores y cuando te pones la camiseta representas a toda una nación golpeada desde hace 34 años. Renato Tapia es de los pocos futbolistas peruanos que teniendo 21 años, ya está casado, tiene una hija y mantiene una vida ordenada en Holanda. Cuando viene al Perú hace lo mejor que le gusta: pasar tiempo con sus seres queridos y jugar una pichanguita con sus patas.

Ayer, durante el partido de Perú contra Ecuador escuché a muchos que no jugó su mejor partido, pero un gol en este país le tapa la boca a muchos. Hay que dejarlos trabajar, dejen trabajar a quienes están detrás de estos muchachos que lo único que hacen es dar la cara por todos los frustrados y juegan al fútbol como ellos aprendieron. Renato Tapia es el resultado de justamente un trabajo planificado respetado, es un gran muchacho antes que futbolista e hizo algo genial para todo un país: les cambió la noche, la semana y el mes hasta el próximo partido eliminatorio. Gracias Renato.

El grito de una nación, Tapia celebrando su tanto vs. Ecuador (Getty Images)

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