jueves, 8 de septiembre de 2016

La Foquita del pueblo

No importa la condición que uno tenga para dedicar unas líneas expresando todo lo que genera un seleccionado nacional de fútbol. Para un hincha –de los fieles y creyentes- golpeado por 35 años de no ganar nada tiene un plus emotivo que desborda cualquier sensibilidad; sin embargo, la gente que aún cree en que se puede lograr una clasificación es parte de toda una campaña que se genera a partir de los periodistas deportivos, el marketing y la publicidad.

Esto último nos lleva a hablar de un personaje deportivo que emana mucha pasión: Daniel Peredo, quien compartió en redes sociales una nota honrosa hacia Jefferson Farfán. Un comentario que más de tres mil personas en Facebook han leído oficialmente y que seguro, más de uno compartió con sus allegados. Lo trascendente de este mensaje es que, Peredo, es un periodista deportivo consciente de la realidad del fútbol peruano y que -seguramente- es la voz deportiva con mayor aceptabilidad en la sociedad incaica. A mi parecer, tiró un palito y se la dejó picando a la gente futbolera.

El hombre al que idolatra y lo hace público sin ningún reparo, es uno de los futbolistas que en los últimos años ha hecho alarde por su vida privada alocada que por cosechar éxito deportivo. Farfán con 31 años podría estar jugando en una liga de fútbol de un nivel competitivo alto; sin embargo, decidió trasladarse a la liga árabe donde muchos jugadores pasan sus últimos años de carrera sin esa presión laboral que acarreaba triunfos y campeonatos, que hoy los convierten en leyendas del fútbol mundial.

No obstante, hay que escatimar esos episodios extra futbolísticos debido a que durante las últimas presentaciones de la blanquiroja, ha sido la 'Foquita' el que destacó en la Copa América 2015 y 2016. Jugador que arrastra muchas lesiones y que aun así, a una pierna, se mostró como el mejor jugador de la oncena de Gareca. Su paso por el extranjero es su cartera para avalar la jerarquía de este jugador; pero, esto no significa que el haber vestido la camiseta nacional con mucho ímpetu sea cuestión de merecer una convocatoria permanente.

Se habla de un cambio generacional donde la media de edad de esta selección es de 24,8 años y que viene probando nuevas promesas del balompié peruano. La oportunidad para un joven sueña con representar a su país no puede verse relegada por una moción nacional como el pedido de Peredo. Está en la conciencia de Farfán el ganarse un puesto indiscutido en el equipo y en el corazón de los hincha que lo reclaman. Como en sus mejores momentos, solamente él es el ejecutor de que su buen desempeño le acredite volver a un buen nivel y aporte a un grupo que viene trabajando en cada partido eliminatorio.

Nada se regala señores, cualquiera que sume para bien tiene las puertas abiertas en cualquiera lado y no sólo en una convocatoria para jugar por la selección. Es entendible que a Daniel Peredo lo emocione no ver a Farfán en un equipo que puede dar muchísimo más; así mismo, creo firmemente en que no existe un jugador de fútbol malo porque ellos sólo hacen lo que mejor saben hacer: jugar a la pelota. Foquita, la invitación trae consigo mucho compromiso ¿aceptas o no?

Por Marialejandra Terry

Jefferson Farfán


miércoles, 7 de septiembre de 2016

Renato Tapia: la sonrisa de todo un país

Surgido de la cantera popular el Club Esther Grande de Bentín, el joven Renato Tapia, hizo renacer en la noche de ayer frente a Ecuador la ilusión de todo un país. “El Paisa”, como lo conocen sus ex compañeros del Colegio San Agustín, es un talentoso futbolista peruano que milita en el Feyenoord de Holanda y viene consolidándose en el seleccionado nacional desde su convocatoria en el Sub-17 con apenas 15 años de edad.

Es el último de tres hermanos varones de la familia Tapia Cortijo, producto de tanto esfuerzo y motivación de parte de su padre el Sr. Luis Tapia. Renato Tapia creció en el barrio de San Luis, rodeado de un ambiente muy futbolero y que estaba marcado por una canchita deportiva en el medio de los bloques habitacionales por el mercado “La Libertad”. Sus vecinos y ‘choches’ de partidos de fútbol lo siguen considerando como el muchachito palomilla que no dejaba de darle a la pelota

La selección peruana atravesaba una nueva oportunidad para clasificar en eliminatorias en el 2013, ese año para Renato Tapia marcó mucho su vida personal y futbolística. Fue Sergio Markarián quien lo consideró en su lista de convocados pero todavía no tenía chances contra los futbolistas que venían del extranjero; aun así, su perseverancia en el deporte fue bien premiado con su debut oficial con la casaquilla peruana en el 2015 contra Venezuela. Los que lo vieron por primera vez quedaron poco satisfechos, pero para los entendidos del fútbol vieron un futuro prometedor.

Es el jugador más joven en mantenerse en el seleccionado nacional, en un país donde los triunfos lo son todo, donde la presión no entiende de errores y cuando te pones la camiseta representas a toda una nación golpeada desde hace 34 años. Renato Tapia es de los pocos futbolistas peruanos que teniendo 21 años, ya está casado, tiene una hija y mantiene una vida ordenada en Holanda. Cuando viene al Perú hace lo mejor que le gusta: pasar tiempo con sus seres queridos y jugar una pichanguita con sus patas.

Ayer, durante el partido de Perú contra Ecuador escuché a muchos que no jugó su mejor partido, pero un gol en este país le tapa la boca a muchos. Hay que dejarlos trabajar, dejen trabajar a quienes están detrás de estos muchachos que lo único que hacen es dar la cara por todos los frustrados y juegan al fútbol como ellos aprendieron. Renato Tapia es el resultado de justamente un trabajo planificado respetado, es un gran muchacho antes que futbolista e hizo algo genial para todo un país: les cambió la noche, la semana y el mes hasta el próximo partido eliminatorio. Gracias Renato.

El grito de una nación, Tapia celebrando su tanto vs. Ecuador (Getty Images)